Sara nos visitaba en el Atelier junto a su familia, un viaje que aprovechaban para vivir juntas ya que venían desde Cantabria. Su idea era bastante definida «Me gustaría manga larga y una falda que llame la atención, que el tejido hable por si solo» y así fue.
Cuerpo en crepe, con espalda al aire y detalle de botones forrados. A continuación, un fajín que daba la bienvenida a una falda espectacular en un tejido brocado de seda.
La boda se celebró en la playa, en medio de un paisaje idílico, y realizar su vestido sin duda marcó un antes y un después en Tulle Rouge, abriéndonos los ojos a que nos apasiona realizar vestidos de novia y vivir este proceso tan emocionante junto a vosotras.
Fdo: Arantxa Cañadas